El cuento realista
Definición: El cuento realista es una presentación seria y a veces trágica de la realidad. Generalmente, el autor parte de la observación directa de su entorno y lo refleja en sus obras con verosimilitud.
El hombre siempre testimonió en sus expresiones de arte la realidad que lo circunda.
El realismo, como posición estética, recién se configura a fines del siglo XIX.
Se origina en la observación de las tradiciones y costumbres de los pueblos. Y se caracteriza por ser una manifestación objetiva de la realidad. Se expresa preferentemente en las formas de la narrativa, como el cuento y la novela.
Sin embargo, el modo o técnica de la representación de la realidad ha evolucionado a través de los tiempos. El realismo literario del siglo XIX consideraba el arte como espejo de lo cotidiano. Partía de la observación directa del mundo en torno, e intentaba reflejarlo objetivamente en su obra. Por ello, sus temas eran la rutina y lo trivial de la existencia del hombre; y el recurso predilecto, la descripción.
Hay que destacar, no obstante, que la copia fiel de la realidad es imposible por la multiplicidad y complejidad de la misma. El artista debía entonces seleccionar algunos elementos que volcaba en su obra. El resultado era la descripción de un mundo distinto del originalmente observado.
Para el arte contemporáneo, la única realidad que el artista llega a conocer con cierta profundidad es el propio yo. De este modo, el mundo visto a través de la subjetividad del escritor se transforma, aun en las cosas más convencionales. El artista no falsifica la realidad, pero al proyectarla en su obra como un juego de espejos, el resultado es una visión prismática y deformante de la misma. Es por ello que el arte actual aparece como irreal, cuando en verdad no sólo pretende describir la realidad con mayor exactitud, sino también iluminarla y revelar sus estratos más profundos.
En conclusión, hoy la literatura no refleja solamente la realidad externa y visible, la física, sino también la invisible, infinita, superadora de lo puramente físico, de dimensión metafísica.
Caracteres
Temática: En el cuento realista, el autor se propone dar una idea cabal y verdadera del mundo que lo rodea en todos sus aspectos: material, moral, económico, político y religioso.
Por ello, la realidad del hombre en su esencia y existencia, y la descripción del medio en el que éste se desarrolla como individuo o como ser social, son la materia literaria de este tipo de relato.
En el afán de testimoniar la realidad inmediata, las obras resultan a menudo vastos cuadros sobre la vida, las creencias, el lenguaje y las tradiciones del hombre contemporáneo. En estos casos, la anécdota se diluye o es solamente un pretexto para la descripción de caracteres y de costumbres.
Narrador: el escritor realista trata de narrar los hechos con objetividad y para lograrlo se vale de la observación directa. Por lo general utiliza la tercera persona gramatical y adopta la posición de narrador o testigo omnisciente.
Espacio y tiempo: como recurso de verosimilitud describe minuciosa y detalladamente el escenario en que vive el hombre y, en mayor medida que en otras clases de cuentos, incorpora el contorno humano con el objeto de sugerir una atmósfera o de crear un clima de realidad.
El espacio dilecto es el ámbito de la burguesía urbana y el ambiente rural. En ocasiones, el autor se detiene en la observación de los aspectos más vulgares de la sociedad con una intención de denuncia, o para presentar una tesis.
El desarrollo del tiempo de la acción es lineal y cronológico. Con el fin de precisar los hechos narrados y dotarlos de realismo, las fechas son indicadas con exactitud (meses, años, días, horas o minutos). Incluso algunos relatos aparecen desarrollados en un momento histórico determinado. La historia presentada es preferentemente la inmediata o contemporánea del escritor. En estos casos, el plano histórico se conjuga e integra con el plano de la invención,. El ofrecer hitos temporales precisos permite al autor exponer los hechos en orden lógico y sucesivo. Y, de este modo, acentuar la verosimilitud de la ficción.
Personajes: Los personajes aparecen caracterizados con una técnica tipificadora o genérica. El tipo, síntesis de virtudes y defectos fácilmente reconocibles, facilita al escritor explicitar una doctrina moral o social a través de su conducta.
Lenguaje: Como recurso de verosimilitud, el narrador realista reproduce el lenguaje de los personajes: habla local, modismos, formas coloquiales. Es asimismo importante la mayor inclusión de diálogos como procedimiento para la caracterización de los personajes y su presentación objetiva.