martes, 3 de junio de 2014
Cuartos. La tragedia: el destino y la caída.
La tragedia representa la concepción de mundo y del hombre dentro de la Antigüedad. Sus personajes se ven sometidos a un poder superior, se hacen vulnerables al destino por culpas que desconocen o faltas graves cometidas. Están destinados a un sino fatal e inexorable, del que no pueden escapar. Sólo practican la resignación y el lamento.
El destino es la voluntad de los dioses. La 'hybris' o desmesura siempre encierra el pecado que el cristianismo señala como la caída: la soberbia.
Las tragedias escenifican mitos conocidos y sagrados. Ellos enseñaban cómo actuar al pueblo a través de la catársis.
Generaban compasión y temor en el espectador, que permitía purificar el alma de pasiones indeseables.