viernes, 28 de marzo de 2014
Sextos. Crónicas y mitos
Dudas Las Crónicas que utilizan como referente los cronistas son aquellas que recrean un mundo similar Es decir, las que viajan a Oriente, como ellos pensaban estar haciendo, las de los viajes de Marco Polo. Y también las que narran las Cruzadas, porque se trata de textos que relatan hechos heroicos ocurridos en la gesta de un pueblo con objetivos religiosos. Las Cruzadas intentaban llevar a Jerusalén la Cristiandad para imponer la Verdad ante pueblos que aún no la conocían Las Crónicas de Indias también reflejan esa difusión de la Cristiandad y las guerras de conquista que ese proyecto supone. Los cronistas y los conquistadores en general esperan hallar oro, una vez desembarcados. En principio, los indígenas les obsequian y les exhiben una cantidad de objetos preciosos que en Europa serían sólo dignos de estar en manos de reyes y de poderosos En América, una cultura menos materialista permite que los posean hombres comunes El prejuicio europeo los lleva a pensar que existen cantidades astronómicas de riquezas de piedras y metales, lo cual finalmente es, en algún punto, cierto, pero no en la medida en que los conquistadores lo imaginaban. Por otra parte, el interés de los cronistas por conseguir que la Corona les enviara más recursos para las expediciones multiplica las expectativas y la idea crece alimentada tanto por sus difusores (cronistas) como por la avaricia de la Corona. Al llegar a América esas esperanzas nobles de España, se acrecientan más las convicciones de que existe tal tesoro y con ese ciclo se retroalimenta la fantasía. Es posible ver estos deseos no sólo en el tono y la importancia que se le concede en los textos a la descripción de objetos preciosos, la mención de que estaban en manos humildes, etc. Además, también se nutre la quimera de hallar "El dorado" o ciudad completamente construida en oro, mito que acompaña durante siglos al proceso de Conquista. Tanto en las expediciones por lo que fue el Imperio Inca, cuanto por las del Azteca, aparecen datos pretendidamente fidedignos según los cuales existe un sitio en el que se concentra, como un corazón, el gran tesoro indígena.